sábado, 23 de abril de 2011

Y por fin las vacaciones de Pascua

Los tres primeros días de las vacaciones de pascua consistieron en limpiar a fondo, y cuando digo "a fondo" es A FONDO, la habitación. Sacar el escritorio y la cama de su sitio, limpiar una a una las treinta muñecas de porcelana, las estanterías de mi cuarto, el rincón de los zapatos, el suelo, el escritorio completo... Y aún me queda el armario a fondo.
Y a parte de todo esto tengo pendiente: Un trabajo de filosofía, un trabajo de valenciano, un comentario de texto de castellano, dos comentarios de texto de historia, La metamorfosis de Kafka, La casa de los espíritus de Isabel Allende, el libro de inglés, estudiar matemáticas, filosofía e historia.
Además de eso, tengo una sucesión de días de bajón incansable, que me deja sin ganas de nada y el único consuelo que me queda es que tengo a mi lado a la única persona que ha sabido aguantarme con mis penas...Marlenne, te debo mucho, GRACIAS GRANDE.


Nunca pensé que odiaría tanto estar de vacaciones.

martes, 19 de abril de 2011

Es fácil.

Veréis, es muy sencillo de comprender:
La gente nace, crece, se relaciona, madura, prospera, avanza.... pero yo no. Cuando creo que he avanzado un paso doy dos pasos atrás, no consigo seguir adelante, aunque ahora ya tampoco me preocupa.


Brindo por aquellas personas a las que las cosas les salen mal y, por muy jodido que este, logran seguir adelante y no debilitarse en ningún momento. Brindo por ellos.
Me doy lástima a mi misma por no ser como ellos.


Por último, solo me queda rectificar mis palabras. Dije que sabía que en un mal momento ellas iban a estar a mi lado y no tenía duda alguna, pero si soy sincera, a día de hoy, dudo de su apoyo casi al 100%. Pero lo que no voy a rectificar es que sigo siendo feliz aunque sea sin ellas, o por lo menos lo intento.


P.D: Por fin Pascua.
(Marlenne, te quiero).

martes, 12 de abril de 2011

Así es.

¿Habéis llegado a sentir alguna vez que sin las personas a las que consideráis pertenecientes a vuestro grupo de confianza estaríais mucho mejor? Yo no. No lo llegué a pensar. Aunque también es cierto que desde el principio sospeché que no funcionaría pasar de un circulo de confianza de dos personas a uno de seis. Y tenía razón.
Sientes que te fallan, que con el paso de los días esa persona de máxima confianza se va desprendiendo poquito a poquito de ti, que las cosas van a acabar mal, o que simplemente van a acabar que no es poco.
La pregunta ahora es: ¿Me falló? ¿Le fallé yo a él/ella?
Quizás nunca conozca la respuesta a ninguna de esas dos preguntas, pero no me preocupa, tengo la conciencia tranquila. Si, a veces mi estado de ánimo decae, pero según tengo entendido es lo normal, a veces se esta arriba y a veces se esta abajo, tal y como ya he dicho en una ocasión anterior, esto es como una montaña rusa. Y no podemos hacer nada para evitar estar en ocasiones arriba y en ocasiones abajo.
Hoy estoy bien, quizás no arriba, pero bien, en la linea recta de la montaña rusa, por así decirlo.
A día de hoy no me arrepiento de nada de lo que haya hecho. Soy feliz por haber tenido esas amistades, pero también soy feliz aunque se hayan acabado. Soy feliz porque tengo a la gente que de verdad necesito a mi lado, y no digo que no estaría mejor con ellas porque puede que si que lo estuviera, pero tampoco me arrepiento de no tenerlas tan cerca de mi como las he tenido. Sé que en un mal momento van a estar a mi lado, de eso no tengo duda, y por eso también soy feliz.
CONCLUSIÓN: Hoy soy feliz, mañana ya veremos.


P.D.: ¿Lo peor del día? Que una señora me ha quitado la única ducha regulable en el gimnasio. HOY TODO VA BIEN.

lunes, 4 de abril de 2011

Un bonito cuento de Paulo Coelho

Un Hombre, su caballo y su perro iban por una carretera. Cuando pasaban cerca de un árbol enorme cayó un rayo y los tres murieron fulminados.
Pero el hombre no se dio cuenta de que ya había abandonado este mundo, y prosiguió su camino con sus dos animales (a veces los muertos andan un cierto tiempo antes de ser conscientes de su nueva condición…).
La carretera era muy larga y colina arriba. El sol era muy intenso, y ellos estaban sudados y sedientos.
En una curva del camino vieron un magnífico portal de mármol, que conducía a una plaza pavimentada con adoquines de oro.
El caminante se dirigió al hombre que custodiaba la entrada y entabló con él, el siguiente diálogo:
Buenos días.
Buenos días – Respondió el guardián
¿ Cómo se llama este lugar tan bonito?.
Esto es el cielo.
Qué bien que hayamos llegado al Cielo, porque estamos sedientos!
Usted puede entrar y beber tanta agua como quiera. Y el guardián señaló la fuente.
Pero mi caballo y mi perro también tienen sed…
Lo siento mucho – Dijo el guardián – pero aquí no se permite la entrada a los animales.
El hombre se levantó con gran disgusto, puesto que tenía muchísima sed, pero no pensaba beber sólo. Dio las gracias al guardián y siguió adelante.
Después de caminar un buen rato cuesta arriba, ya exhaustos los tres, llegaron a otro sitio, cuya entrada estaba marcada por una puerta vieja que daba a un camino de tierra rodeado de árboles..
A la sombra de uno de los árboles había un hombre echado, con la cabeza cubierta por un sombrero. Posiblemente dormía.
Buenos días – dijo el caminante.
El hombre respondió con un gesto de la cabeza.
Tenemos mucha sed, mi caballo, mi perro y yo
Hay una fuente entre aquellas rocas – dijo el hombre, indicando el lugar.
Podéis beber toda el agua como queráis.
El hombre, el caballo y el perro fueron a la fuente y calmaron su sed.
El caminante volvió atrás para dar gracias al hombre
Podéis volver siempre que queráis – Le respondió éste.
A propósito ¿Cómo se llama este lugar? – preguntó el hombre.
CIELO.
¿El Cielo? Pero si el guardián del portal de mármol me ha dicho que aquello era el Cielo!
Aquello no era el Cielo. Era el Infierno – contestó el guardián.
El caminante quedó perplejo.
Deberíais prohibir que utilicen vuestro nombre! ¡ Esta información falsa debe provocar grandes confusiones! – advirtió el caminante
De ninguna manera! – increpó el hombre
En realidad, nos hacen un gran favor, porque allí se quedan todos los que son capaces de abandonar a sus mejores amigos…

sábado, 2 de abril de 2011

A un pedo de distancia.

Esta bien. No pasa nada. No estoy nerviosa. No me voy a estresar.
Hemos entrado en el tercer trimestre, en la recta final del camino, y después de pascuas solo quedarán tres miserables semanas de curso. Tres semanas en las que los profesores tienen que repasar toda la materia, examinarte de ella y estresarte por si tu no llevas el suficiente estrés encima. 
No queda nada. En poco más de dos meses estaré a punto de hacer la selectividad, a punto de darlo todo y más para conseguir la nota exacta para entrar en la universidad y meterme en audiovisuales.
Empiezo a sentir los nervios. Veo los exámenes que tengo delante, los fijados y los que quedan por fijar, y solo espero poder con todos ellos sin caer en el desequilibrio mental en el que ya caigo cuando estudio una semana todos los días seguidos. Acabaré convirtiéndome en una persona unineuronal tras carbonizarlas todas estudiando. Lo único que se me ocurre decir es: Para aquellos que estén en mi misma situación, mucha mierda y sed fuertes, y para aquellos que no lo estan, deseadme suerte cabrones.


P.D: Que miedito...